Mi mundo, lleno de palabras.

Leyendo, estaba leyendo, y me he dado cuenta de que quizás sirva para algo. Me gusta envolverme entre las palabras y que envuelvan mi cuerpo como un susurro al oído, como el aire sacude mi cabello y como las lágrimas recorren mis mejillas terminando en mis labios. Todo eso me gusta. Quiero que el resto también lo sienta. Quiero llevar al mundo, a un mundo donde las cosas funcionan de diferente forma, donde las personas tienen poderes, donde las personas no sufren, donde las personas son como nosotros, quiero crear otro mundo donde el cielo esté más cerca. Soñar y volar a la vez. Levantar el abrazo y acariciar las nubes y que estén suaves y esponjosas. Quizás quiera ser escritora. Llevar la mente de la gente varios kilómetros hacia la eternidad y que por un instante, únicamente un instante crean sentir aquello que siente mi protagonista, aquello que piensa, que se sientan identificados o no, quiero crear sentimientos y bonitas historias de amor. Cuentos de engaños y muertes...otro mundo. Un mundo paralelo. Mi mundo paralelo. Un mundo en el que solo necesito un bolígrafo y un papel, un mundo para soñar y creer. Quizás sea esto lo que me llene de verdad. Quizás la gente sonría con mis palabras, esas palabras que recorren mis órganos y se ven proyectadas tras la pantalla. Esas palabras que ahora ves. Quiero que mi cuerpo siga contoneándose al son de las teclas. Frases irónicas y cuentos de hadas. Quiero que mi mundo me arrope con palabras.

Que campanilla te cuide y te guarde.

Hoy como cada día te echo de menos.
Hoy como cada mañana pienso en ti.
Hoy como siempre recuerdo tus abrazos.
Jamás pensé que esto era así....
Imagino que poco a poco las aguas vuelven a su cauce...
Tu mejor que nadie, lo sabes.
Te quiero por muchas cosas, siento no habértelo dicho antes.
Has sido y eres grande para mi.
Siempre he estado orgullosa de tener un abuelo tan jovial
de tus continuas alegrías, y tus bromas, de tus chistes
y de las risas que en noche buena nos provocabas.
Por esos grandes bailes que hacías, aun los recuerdo como si te viera ahora mismo.
Pero hoy sonrío por las cantidades de sonrisas que me pintaste en la cara, porque lo he vivido porque te he vivido, porque te he tenido y porque siempre te tendré, siempre estarás en mi corazón y mi mente.
Sé que no estás aquí pero haré todo lo posible para que te hubieses sentido orgulloso de mi. Ojalá no tuviese que escribir estos texto y que hoy, al ir a casa del abuelo estuvieses sentado en tu sillón. El otro día me senté y lo acaricié.
Pero no, no vas a estar ahí y lo lamento y lo llevo cada día, como puedo.
Y sonrío porque la vida sigue y por muy lejos que estés de mi, formas parte de mi y eso se lleva dentro.
Como he dicho se sonreír gracias a ti.
Que campanilla te cuide y te guarde
siempre te querré

Sólo unos días.

Me encuentro en un bucle incesante, que me marea.
NO se que hacer con nada, con mis sentimientos hacia cualquier persona, mi cabeza retumba tal relámpago en una gran tormenta.
Mil preguntas ametralladoras atraviesan mi cabeza, me llevan a la locura. Necesito resolver todas esas preguntas, necesito tranquilizarme y situar mis sentimientos.
Todo a mi alrededor son discusiones, me persiguen, no quiero meterme pero el resto de gente lo hace por mí, finalmente me toca defenderme por mi misma en algo que no buscaba. No busco tonterías y me las encuentro al girar la esquina.
Me miran recelosas y con ganas de que pase ese callejón que no tiene salida e ir a por mi. ¿Por que el mundo no se olvida de mi y me deja unos días en paz?
Solo unos días, sin saber nada, yendo a mi aire y con quien quiera, sin que le moleste a otras personas. Quiero hacer todo aquello que se me pasa por la cabeza, pero luego lo pienso y no, le puede hacer daño a una persona, le puede molestar, más bien. Pero luego dicha persona se molesta por otra cosa. ¿Pero a que jugamos? ¿Pensáis que soy una sucia muñeca? Tengo sentimientos, las cosas me duelen, me canso de tonterías, me río y lloro, salto y canto, me muevo y descanso...
Repito: las cosas me duelen, como a todo el mundo...

¡Maldita ley de vida!

Hoy guardo en mi cabeza todos aquellos momentos en los que me viste crecer.
En los que me viste reír, llorar, estudiar, soñar, dormir, hablar, cantar...
Hoy recuerdo todo eso, y mucho más.
Tus ultimas palabras retumban por mi cabeza constantemente.
Desde que te fuiste las cosas me van peor, mucho peor. No me siento bien. Siento una presión en el pecho que a veces aprieta mi corazón, y duele. Ya nada es igual que antes, quiero que todo sea igual y como se que no es posible quiero ser igual que antes, quiero comportarme como soy yo, quiero estar siempre feliz y no por momentos o días, quiero estudiar y sacar buenas notas, quiero hacer feliz a la gente importante de mi alrededor. Quiero ser yo, simplemente yo. No me gusto ahora mismo y varias veces.

¿Por que te tuviste que ir? ¡Maldita ley de vida!

Quieres a las personas para que de pronto por unas cosas o por otras se alejen de tu vida para siempre. ¿Por que las cosas son así? ¿Como es el cielo, abuelo? ¿De veras existe? ¿Se esta bien allí?-reformulo mi pregunta: ¿Estas bien allí? ¿Nos echas de menos? ¿ De veras puedes verme? Ojalá que si fuese así, me encetaría que te dieses cuenta de lo que te extraño y de lo que te quiero.
Siento no habértelo dicho antes, siento no haberme ido ese ultimo día y por vergüenza no haber dicho te quiero abuelo! Lo siento. Tenía que haberlo dicho. ¿Que vergüenza ni porras? Eras mi abuelo y no te lo dije...simplemente dos palabras, aunque con mucho significado. Que tonta fui. Mientras tanto te mantengo en mi recuerdo y todos los días me acuerdo de ti.

Siempre te querré.

Me encanta esa fluidez.

Quiero hablar de ti, y explicar todo aquello que siento dentro de mi. Pero es complicado. Este sentimiento es complicado. Yo lo he llamado amor, lo bautice así desde que te conocí y reside en mi pecho. 

Mi corazón tiene escrito tu nombre en letras de oro, Sergio, pone. Estás totalmente clavado en el, lo ocupas por completo. A veces recorres mi cuerpo, haces latir mi corazón, y mueves mis músculos. Me impulsas a hacerlo, todo involuntario. Mi corazón se excita cuando te veo y un escalofrío recorre mi cuerpo. Mi corazón contento, provoca esos impulsos, llevando así la sangre a mayor velocidad y de ahí esos escalofríos. Todo esto se pasa cuando te acercas a mi, pero cuando recorres mi cintura con tus manos y me besas, mis piernas tiemblan y mi mente viaja a la velocidad de la luz, imaginando estar en una inmensa nube. Cuando acaba el beso, despierto de ese bello sueño. El sentimiento es inmenso, y sobrepasa mi corazón por ello también permaneces en mi cabeza. Ahí guardo muchos momentos, sonrisas, caricias, besos, lágrimas y abrazos. Cuando acaricio tu cara con dulzura, y junto mi frente con la tuya y nos miramos a los ojos, yo mantengo mi mano sobre tu rostro y tu pasas tu mano debajo de mi pelo, acariciando mi nuca, después giramos nuestras cabezas poco a poco y nos fundimos en un cálido e increíble beso. Mi corazón se acelera, se revoluciona, es su manera de decir me gusta, te quiero, no te alejes de mi.

No puedo vivir sin ti. Me gustas todo tu, tus ojos, tu cuerpo, tu forma de hacerme reír, tu forma de hacerme la puñeta, cuando me abrazas y me das un beso en la frente, cuando me dices que soy un trasto, aunque no un trasto cualquiera sino... TU trasto, únicamente y eternamente para ti.

Eres todo aquello que quería y quiero.

Eres el agua que sacía mi sed.

Te quiero en mi vida, te necesito en mi vida.

Adoro todo aquello que hacemos juntos, sobre todo cuando te hago reír. Adoro verte feliz y más cuando es conmigo. Eres mi tesoro más preciado, luchare siempre por esto. Por lo que nació entre nosotros hace 3meses y que persiste y persistirá frente a cualquier obstáculo. La verdad es que sigo sin poder describir esto que tengo aquí, es difícil de explicar.

Es complicado decir te amo y que esas dos palabras no lleguen ni a la mitad de lo que realmente sientes, no existe una palabra, ni dos ni tres. No existen cuentos de princesas ni príncipes. Jamás podré escribir exactamente todo aquello que llevo dentro. Siempre me quedaré corta. Es un sentimiento que fluye y te hace sentir bien, te hace sentir viva, con fuerzas de comerte el mundo, de hacer todo aquello que no te propondrías antes.

Me encanta esa fluidez, ese contoneo de alegría que revolotea por mi cabeza. Me encantas tú y adoro tenerte a mi lado y sobre todo adoro no poder explicar con palabras todo lo que guardo dentro de mi.

Querido abuelo.

Aun recuerdo toda sonrisa

aun recuerdo cada abrazo

aun recuerdo los besos

y caricias que un dia tu me habias dado.

...

Y miro al cielo y pienso

que tu estas alli

que nos vigilas y nos cuidas

y que jamás podre verte de nuevo sonreir.

...

Es tanta la tristeza que desvanece mi mirada

que una foto tuya y un calido recuerdo

hace que mi sonrisa, remueva mi cuerpo.

...

Y sí, un cálido te quiero

hubiese estado bien,

no lo dije porque si te soy sincera

me dio algo de vergüenza

y ahora que lo pienso, fue un total error

porque si en ese preciso momento

en el que yo te decia adiós

hubiese dicho algo con más amor

pensaría que te habrías ido con algo

más dulce que mi olor.

...

Y solo espero, querido abuelo

que allá donde estés

sonrias otra vez.

...

Te lo dice Ana, otra vez.

Te quiero y te quiero

y siempre, te querré.

Eres un todo y nada.

¿Cómo puedes hacerlo?¿como me puedes hacer tan feliz? Es impresionante que con una simple sonrisa, las mariposas de mi estomago revoloteen sin parar. No sé como lo haces, no se como expresarme, es que ¿sabes qué? Nadie, jamás en la vida, me ha hecho sentir esto. Nunca he tenido esta sensación. Creo que lo he llamado amor. Lo conservo aquí en lo alto de mi pecho, a la izquierda. Ocupas todo mi corazón. Ese es el lugar donde te hospedas. Ahí permaneces todo el tiempo, aunque a veces una parte de ti, viaja por mis venas, pasa mis músculos, mi cuello y llegas hasta mi cabeza. Comienzas a dar infinitas vueltas, rondando por ahí y luego vuelves a bajar hasta mi corazón mediante un leve cosquilleo.

Muchas veces me pregunto que sería la vida sin ti. Nunca obtengo respuesta. ¿Que por qué? Por que no me imagino una vida sin ti. Sin ti no hay vida. Muchos dirán que ya encontraría a otro o cosas así, pero es que no quiero a otro simplemente a ti. Con un te quiero y un abrazo me haces la chica más feliz de la Tierra.

Contigo todo es diferente. Cosas insignificantes obtienen algo de especial, algo mágico, algo que recordar, algo como he dicho especial. Pero esa cosa especial únicamente la veo cuando estás tú, por que si no, una zona ajardinada, lo veo como una simple zona ajardinada, pero cuando estás junto a mi, veo césped, pajaritos revolotear, árboles que proyectan sombra, zonas donde da el sol y poder tumbarte... cosas diferentes, veo cualquier cosa útil para hacer algo. Digamos que eres mi inspiración.

Eres como un todo y nada. Si estás conmigo lo tengo TODO, pero si no lo estás me quedo con NADA.

Estoy en el cielo!

Una brisa empuja la cortina y me hace cosquillas en los pies, despierto, miro a mi izquierda y ahí esta él, dormido. Lo miro atentamente, parece tan frágil como un bebé, no puedo dejar de mirarlo. Apoyo mi cabeza en su pecho, su colonia recorre mi sentido olfativo y debido al olor, vuelvo a inspirar, huele tan bien... Mi mano está sobre su tripa, lo acaricio, está muy suave. Se mueve, pero muy poco. Levanto la cabeza, y lo miro de nuevo. Miro su carita, es tan, tan... indescriptible, sólo sé que es mío. Mi niño. Le beso, aunque el sigue con sus ojitos cerrados. Vuelvo a apoyar mi cabeza. Se mueve, inclina la cabeza y me da un beso en la frente. Miro hacia arriba, me mira y me sonríe, nos besamos. Me giro dándole la espalda y el me abraza por detrás, permanecemos tumbados en esa posición. Ambos con los ojos cerrados. El me besa el cuello y el hombro izquierdo. Sonrío. Es tan agradable sentir su piel. Se gira y volvemos a adoptar la posición anterior. Él está boca arriba y yo me apoyo de nuevo en su pecho. Su brazo recorre mi espalda haciéndome cosquillas y para en mi cintura, hace fuerza para darme un abrazo y después la deja ahí, envolviéndome con su brazo la parte superior de la espalda. Me acaricia el pelo y tras sentir sus latidos, mi respiración comienza a ser más profunda y relajada. Finalmente creo que me estoy durmiendo, le doy un beso en el pecho y pienso: "¡Estoy en el cielo!"

Velocidad.

-"Pi-pi, pi-pi"- Suena el despertador de mi móvil, ya son las 9:30 hora de levantarse realmente, pero antes que eso prefiero seguir durmiendo así que apago la alarma y continuo durmiendo al rato suena le teléfono, me despierto y corro hacia el comedor antes de que cuelguen. Lo cojo, "perfecto"-pienso- es para mi padre y yo corriendo. Se lo llevo a la cama y me voy a la mía, creía q habría pasado 15min pero no, son las 10:30!! Entonces me visto. Me pongo unos pantalones y una camiseta de entrenar. Hago la cama, me hago una coleta y desayuno. En una mochila cojo el móvil, las llaves, las gafas de sol y pañuelos; (una mochila pequeña) y salgo de casa. Me dirijo a la plaza de garaje de mis padres. Entro, voy a la parcela y tras diez minutos logro quitar las cadenas, sacar mi bici y volver a poner la cadenas la bici de mi hermano. La cojo, subo las escaleras para salir al exterior con ella en brazos. Por fin salgo. Me subo y comienzo a pedalear, no demasiado fuerte porque pasan coches. Me dirijo a la canaleta, doy una vuelta y continuo hacia el cabecera, una vez paso el cabecera me meto hacia el río y continuo pedaleando, esta vez mucho más fuerte. Adopto un ritmo constante y a una velocidad alta. Noto como el sol ilumina todo mi cuerpo. El aire me acaricia la cara contra mayor es mi velocidad, noto como se tambalea la camiseta y mi flequillo se echa hacia atrás. Me siento libre y despejada. Miro mis piernas y como pedaleo, me siento bien. No pienso en nada más que en mi cuerpo moviéndose, me doy cuenta de que nosotros mismo nos podemos desplazar y dependiendo de cada uno más rápido o más lento. Sigo pedaleando, algunas veces subo el ritmo y otras lo mantengo como antes. Veo a gente pasar, algunos van en bicicleta como yo, otros van en bici pero pasean. Van mirando los árboles, las fuentes, etc. Algunas otras personas van corriendo y otras caminan. Más adelante veo el parque del Oromana y por esa zona veo a las mamás con sus hijos/as pequeños/as en la hierba tumbados en una toalla o jugando descalzos. Observo las fuentes y los árboles, hacia mucho que no pasaba por allí y no me acordaba de como estaba aquello. Sigo con mi bici, esquivo baches, subo y bajo rampas, paso entre los árboles, voy por la tierra y otras veces voy por "asfalto". Me miro las piernas y las veo llenas de salpicaduras de barro. Bajo el ritmo y paso mi mano por el barro de mis piernas, se va enseguida. Vuelvo a cojer el ritmo, me caen gotas de sudor por la cara, miro mis brazos, el sol los ilumina, ahora brillan. Continuo hasta llegar hasta la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, una vez llego allí por causa de las obras debo subir arriba del río, como hay tránsito decido volver. Sin parar a descansar vuelvo hacer el mismo recorrido de vuelta esta vez mi ritmo no es tan alto como el anterior, pero tampoco voy paseando, miro la camiseta y está empapada de sudor. Continuo y veo una fuente, bajo, apoyo la bici a un árbol bebo algo y me vuelvo a subir. Continuo con el ritmo hasta llegar a la canaleta, una vez paso la canaleta mi ritmo baja por los coches. Algunas personas me miran, voy empapada de sudor, pero no me importa, he sentido el viento, el sol, he sentido velocidad y la velocidad es lo que más me gusta. Me proporciona una adrenalina impresionante y una satisfacción increíble. al ver que voy a esa velocidad porque manejo mis piernas y que lo hago yo. Una vez llego al garaje, vuelvo hacer lo mismo que antes para sacarla y me voy para casa, noto mi espalda totalmente empapada. Saco las llaves subo, bebo agua, y me doy una buena ducho de agua fría.

Y mirando la contraportada sonrió.

Tumbada en el césped con un paquete de papas miraba al cielo. Lo miraba atentamente; y pensaba en mis cosas en las decisiones que quiero tomar, en las cosas que me gustan y en que esas decisiones molestan a otras personas y por ello no puedo hacerlas. De pronto pasa un avión y hace que deje de pensar en ello en dejarlo más adelante. Deja un rastro por donde ha pasado, lo comparo con un caracol donde va dejando su rastro con sus babas, la diferencia es que el avión va mucho más deprisa. El cielo esta muy azul y aún hay mucha luz a pesar de que ya pasan de las 8 de la tarde. Observo gente en bici, gente hablando mientras pasea...Nadie se percata en esos momentos de muchas de las decisiones que debemos tomar o de como va el mundo, de hecho yo lo pienso en ese justo momento pero vuelvo a mirar el cielo y esa idea se desvanece. Disfruto de la tarde y del cielo. De lo lejos que está, de lo que me encantaría volar. Ir de aquí allá. Imagino volar por el cielo y ver a el resto del mundo como hormiguitas que caminan y que no saben que les miro. Ser libre e ir donde quiera sin preocupaciones ni calentamientos de cabeza. Tomar mis propias decisiones y hacer lo que me apetezca hacer en ese preciso momento eso es lo que necesito. Un pájaro pasa cerca de mi y dejo de pensar en ello. Me vuelvo a concentrar en ese gran cielo que engloba la Tierra. En esa cosa azulada que existe desde siempre que conocemos desde que nacimos pero que jamás tocaremos, en las miles de estrellas que nos mirar parpadeando y observan lo que hacemos aquí en la Tierra, pero que jamás tocaremos. Pienso en muchas cosas, de todo tipo. Finalmente estiro mi brazo izquierdo para alcanzar mi bolso, como no llego bien, me arrastro un poco y lo alcanzo. Lo abro y rebusco hasta encontrar mi libro. Lo saco, me acomodo en la hierba y me sumerjo en una bonita historia. Leo rápido, quiero llegar al final, estoy impaciente y nerviosa por saber que pondrá linea tras linea. Paso miedo, me lo imagino, me imagino cada una de las escenas. Finalmente llego al último capitulo, impaciente por saber como acaba lo termino. Cierro el libro, Y mirando la contraportada sonrio.

Desde mi cielo.

Empieza mi día cuando comienzo a abrir poco a poco los ojos, miro el reloj son casi las 11. Permanezco unos minutos tumbada, miro la ventana y veo que algunos rayos de sol quieren penetrar por la persiana pero no lo consiguen del todo, alguno de ellos se cuela por pequeños agujeritos y consiguen iluminar un poco mi habitación. Me levanto y me dirijo a la ventana. Subo la persiana y entran muchos más rayos de sol. Abro algo más la ventana y me asomo. Tampoco veo demasiado porque mi ventana da a mi balcón pero puedo ver algo el cielo. Hay algunas nubes, el sol viene y va. Veo mi escritorio. Está lleno de hojas revueltas y el libro que me estoy leyendo "Desde mi cielo", está interesante, me gusta. Lo he cogido y me he ido a la cocina a hacerme el desayuno, mientras la leche se calentaba y mientras después desayunaba iba leyendo. Después del desayuno me he ido al comedor y he continuado leyendo hasta cierta hora donde había quedado entonces me eh vestido arreglado la habitación y he bajado. Después he comido y he continuado leyendo. Esta tarde necesitaba estar sola, me apetecía estar sola, irme al cabecera, tumbarme en el césped y leer, leer tranquilamente, sin apenas ruidos o gente pasando constantemente. Me apetecía estar tranquila. Finalmente no he estado sola y tampoco he leído, pero he estado en otro parque tumbada en el césped. Cuando ya eran las 9 ydespués de pasar una tarde un tanto rara me he ido a casa pensando en mis cosas, pensando en el libro. Me siento muy interesada en él. Me alegro de habérmelo comprado porque me estoy metiendo mucho y no estoy perdiendo el tiempo en ver cosas absurdas en televisión. Recomiendo a cualquiera la lectura. Es algo fascinante. Leer la historia e imaginarla como cada uno quiera, incluso puedes añadir alguna otra cosa que a ti te guste a la imagen. El aspecto de los personajes, las casas, los parques...el escenario de cada situación, etc. Envarcarte en aventuras, tener miedo, sonreír cuando lees algo bonito, o reír cuando la ocasión lo requiere...un libro puede hacer salir de cada uno muchas cosas. Hay miles de libros, de todo tipos y clases. Hay personas que cuando leen un libro después tienen otra percepción de las cosas, incluso de la vida. ven las cosas de otra manera, piensan mas las cosas o incluso también se animan a hacer cosas que les apetece y que antes no se atrevían. En fin cada libro es un mundo y de momento ahora mi libro es: "Desde mi cielo"

Un paseo por la montaña.

Tras mi ausencia, ahora me encuentro en casa.
No me apetece mucho estar aquí asi que me tumbo en la cama y comienzo a soñar despierta. Y entonces imagino algo que me encantaría que me ocurriera. Una gran semana o un gran fin de semana seria este.
Una colina repleta de hierba fresca y suave. En dicha colina hay un gran árbol que proporciona sombra. A lo lejos viene mi chico en bici. Ambos nos unimos, nos besamos y le ayudo a bajar algunas cosas que lleva en una mochila y algunas cosas atadas a la bici. Saco comida y una especie de tienda pequeña, pero suficiente grande como para los dos.
La abrimos, la montamos y abrimos el avance de la tienda donde colocamos una mesa y dos sillas. Al costado ponemos el camping-gas y hacemos la cena. Mientras cenamos conversamos y reimos. Hablamos de que poder hacer al día siguiente, que visitar en los alrededores, etc. Tras quedar en dar una vuelta en bici dando un paseo por la zona, recojemos los platos y vasos y plegamos la mesa y las sillas. Fuera del avance extendemos unas esterillas y observamos las estrellas. Abrazados sonreimos, hablamos sobre cualquier cosa, ya sea nosotros, el paisaje, las vacaciones, los estudios, cualquier cosa. Una vez ya se ha hecho algo tarde nos dirijimos a la tienda y dormimos ambos abrazados. Al dia siguiente nos levantamos y hacemos lo mismo que para cenar. Abrimos las mesas y las sillas, hacemos el desayuno, desayunamos, recojemos, cerramos el avance, preparamos unos bocadillos para comer, los metemos en las mochilas junto algún refresco o agua, cojemos nuestras bicis y damos un gran paseo por la zona. Comemos sentados bajo un árbol que nos proporciona entre sol y sombra. Despues echamos una pequeña siesta y al despertar continuamos disfrutando del paisaje riendo y hablando mientras hacemos algo de ejercicio y disfrutamos de la naturaleza. Una vez llegamos a la tienda, dejamos las cosas nos refrescamos en el rio, cenamos y nos vamos a dormir. Y al dia siguiente otra aventura más.

Me encantaría ir de camping con mi chico, me encanta eso de dormir en una tienda de acampada de construirte en cierto modo la casa, de hacer la comida, disfrutar de paisajes o de pequeños pueblos con su historia y cultura etc.
En resumen disfrutar de pequeñas cosas que nos hacen vivir grandes momentos disfrutando de la naturaleza y de todas esas cosas que no rodean, las cuales seria una pena que desaparecuiesen, aun que debido a la contaminación del planeta quizás un día dejen de existir y eso si que seria una gran pena.

Odio.

Hoy más que nunca siento esa palabra, ODIO.
NO soy una persona que odia a otras personas, que hace daño, pero a mi me lo hicieron y hoy he vuelto a recordarlo. Siento una presióngrandísima en el pecho. Quiero desahogarme quiero volver al pasado y cambiarlo todo. No haber conocido a esa persona, esa persona que ahora hace que mi corazón sienta rabia. Me siento impotente. Impotencia por saber que no he podido hacer nada, que ni si quiera me di cuenta de lo que se tramaba a mis espaldas, nada. Impotencia por saber que no podré volver al pasado para evitarlo y para hacer que la vida siempre me sonría, que me sonría siempre. Esa persona me ha jodido (perdón por el taco) muchísimo y sé que pasará tiempo hasta que lo pueda olvidar. A que mala hora conoces a una persona, la consideras maja y luego, "Zas" ale por detrás. Y cuando casualmente te das cuenta, lo pasas mal, sientes odio, impotencia, quieres desaparecer y como ya he dicho volver atrás. Suerte que lo descubrí, porqué sino quizás hubiese sido peor y sé que no me hubiese enterado hasta que alguna casualidad me hubiese hecho abrir los ojos. A veces me pregunto porque hay gente que existe. Me gustaría tanto que desapareciesen esas personas. Esas personas que nos hacen daño, pero que luego siguen sus vidas como si nada hubiese pasado, mientras tanto tú intentas vivir con toda normalidad pero cuando escuchas su nombre o cuando tienes una pesadilla con dicha persona (como hoy me ha ocurrido) o simplemente lo recuerdas porque tu cerebro lo ha decidido, en esos momentos tú no sigues tu vida como quisieras, no te sientes como te gustaría, te sientes triste, mal, impotente, con rabia, y sobre todo con odio. NUNCA, nadie, me había hecho tanto daño y por lo tanto jamás había odiado a nadie y espero que no tenga que hacerlo.

Él es mi droga. Él es mi gran sentimiento.

Me encuentro frente al monitor embobada con que hacer, de pronto recuerdo mi intenso dia y comienzo a pensar en las cosas que me han pasado hoy. Me apetece hablar de ello y entonces se me ocurre la genial idea de escribir. Ahora mismo me siento bien, me siento feliz, lo quiero mucho, mi dia ha sido intenso por él. Hoy han pasado demasiadas cosas, buenas y malas y finalmente buenas. Nos queremos, lo sé. Me encanta. Lo adoro. Si no lo tuviese, echaría de menos tantas cosas. A veces "discutimos" normalmente por tonterias, cosa que odio; aunque luego se nos pasa bastante rápido, pero odio el "enfadarnos" toda la tarde por una tonteria que luego no recordamos exactamente ni por que ha sido. Pero bueno, imagino que eso nos pasa a todo el mundo, incluso por los amigos, esta claro que todos somos diferentes y que por ellos siempre hay alguna que otra cosa que puede que le moleste a la otra persona, es natural. Pero adoro cuando "me enfado" y el me sonrie y al final me hace reir a mi y nos reimos de la situación. Me hace sonreir cuando me dice que le hago gracia cuando me enfado. Es una persona esencial en mi vida. No sé que haria sin él. Me siento tan bien a su lado. Sé que probablemente a nadie le importe esto y lo comprendo pero es que no me apetece hablar de otra cosa, no me pasa otra cosa por la cabeza que sea válida para escribir, ni si quiera que no sea válida, hoy más que otro día tengo el nombre de SERGIO tatuado en el cerebro y sobre todo en mi corazón.
Es la persona más importante de mi vida, el que mejor me complemente, la persona que necesito siempre a mi lado, la que me hace reir y sufrir a veces jeje, la persona que amo en el mundo entero, no lo cambiaría por todo el oro del mundo, ni por ningún tesoro pirata por que él es mi tesoro. Un tesoro con el que no imagino una vida sin él, me sentiría rara, sin saber que hacer. Mi vida tiene sentido gracias a él. Él es el tesoro que más me puede enriquecer. Él lo es todo para mí. Lo amo muchísimo, tanto como para abrazarlo y dejarlo sin respiración. Es la cosita más preciosa que vive en mi corazón. Adoro este sentimiento. Ojalá todo el mundo lo sienta algún día. Me siento viva, con alegría, me siento más que bien, hoy puedo afirmar con toda firmeza que soy feliz. Hay gente que me pregunta que si estoy enamorada y mi respuesta es obviamente sí. Estar con una persona 3 meses sin estar enamorado/a tampoco llega a mucho. Tengo la esperanza de que nosotros llegaremos lejos, porque así lo deseo. Es lo más grande de mí. Es mi droga, la medicina que necesito todos los días. Él es mi gran sentimiento.
Te Quiero mi amor.

Poco que decir...

Son pasadas las dos y media de la noche. Mencuentro en la salita de la casa de mis iaios, hoy duermo aquí. Saboreo un delicioso sandwich de nata. Estoy sentada en un sillon con los pies apoyados en una silla. Tengo calor. Me levanto y abro un poco la ventana. ya estan todos durmiendo, tanto primos, hermano, como abuelos, todos menos yo. Me apetecía escribir asi que he decidio encender el portatil de mi prima y ponerme a ello. Intento no hacer ruido. La verdad es que me duele un poco la espalda con esta posición. Acabo de ver una película en cuatro. No ha estado mal del todo. Oigo algún que otro ruido. Mi hermano moviendose en la cama, mi iaia tosiendo de fondo, y sobre todo escucho bastantes vehículos a gran velocidad y a gente hablar por la calle. Dado que no hay más ruido que ese parece que estén gritando. No me paro a escuhar en ello y pongo la música en el pc. Escucho una canción bastante tránquila, no me apetece escuchar música movida además de que no son horas de hacerlo. Muevo el ordenador que esta sobre mis piernas, me da calor. Cuido en no moverlo demasiado ya que el internet aparece y desaparece por momentos por suerte no se me desactiva la página y puedo seguir escribiendo, a parte el blog contiene un borrador de guardado automático, el cual viene muy bien. Después de esto, me froto los ojos y me aparto el pelo de la espalda, suviéndolo sobre el respaldo del sillón. Ya me estoy acabando mi delicioso helado. Hoy he tenido un buen día y me siento bien. Recuerdo justo a hora los últimos días de clase; la gente, el estrés de los exámenes y trabajos, el pensar en que pronto estaremos haciendo nada, en los profesores puñeteros y en los que no lo son tanto...etc. Pero sobre todo en la gente, no en toda, claramente, cada uno en clase tiene a su grupito, pero si prácticamente toda menos quitando a un grupito que tampoco es que tenga una amistad, sino son compañeros de clase. No se porque he pensado en esto ahora supongo que la falta de imaginación a estas horas hace que no piense en cosas nuevas o en cosas que hace nada me acaban de ocurrir. Mi mente viaja a un tiempo pasado de un mes, donde parece mentira que hace nada se acabó todo. La verdad es que apenas me dí cuenta de ello. Estaba desenado que acabase el curso, y justo cuando acaba no estoy segura de querer eso, pienso en que los voy a echar de menos y esa idea se viene atrás. Son momentos de bastantes fotos para recordar el momento y a sos compañeros llamados amigos. A muchos de éstos compañeros los conozco desde los 3 años. A estas personas les tengo mucho cariño, pero es normal. Sé que ellos también me lo tienen a mí y eso me alegra.

Miro el monitor, y me posiciono de alguna otra forma para que no me duela la espalda. Me duele el hombro derecho, se me está cargando de escribir.

Ahora no he escrito demasiado, pero es que momento antes, había escrito bastante y lo he borrado, no me gustaba mucho lo que había escrito, no le veia nada, igual que a esto.

Se nota que hoy no tengo mucho que decir ¿verdad?

En fin, creo que llego a mi fin. Comienzo a sentir los ojos cansados y me pesan. Creo que es momento de coger la cama, cuando despierte será otro día. Hace unos días escribí un buen texto, que ahora no creo que tuviese demasiado sentido, pero quizás otro día lo publique de alguna otra forma para que no parezca extraño. Bueno me voy a poner el pijama, quitar la música recoger un poco esto e irme a dormir, intentaré que al acostarme mis pensamientos se esfumen y si no es así, que sean buenos pensamientos para poder escribir algo bueno mañana.



Un beso querdios lectores.
Mis disculpas por el texto.

Mi preferida...

Le doy veinte vueltas y luego otras veinte, pero al final el resultado siempre es el mismo: tú estás en un lado y yo en el otro. Separados. Divididos. Comunicándonos por señales extrañas con las que no se entiende nada. Y soy totalmente masoca recordando los días en que tu cuerpo era mi parque de atracciones y la montaña rusa era tu boca. Mi preferida.